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¿QUÉ ES EL ACOSO ORGANIZADO?
Es una forma de acoso derivada de los programas de represión social sin encarcelamiento ni enjuiciamiento COINTELPRO (del FBI en EE.UU. entre 1956 a 1971) y Zersetzung o descomposición psicológica (empleado durante los años 70 y 80 por la Stasi en la antigua Alemania comunista y otros países del bloque soviético) en el que un grupo de personas vagamente asociadas que, de una manera organizada y sistemática, invaden todos los ámbitos de la vida de una persona buscando siempre la negación plausible.
Buscando la negación plausible se usan contra la víctima técnicas de guerra psicológica de forma metódica y sistemática para destruir completamente su credibilidad haciéndola parecer una enferma mental o mentirosa si ésta intenta comunicar lo que ocurre, amordazándola así psicológica, anímica, social, laboral y económicamente para que sea incapaz de defenderse eficazmente y consiguientemente poder prolongar el acoso durante toda su vida.
Se busca la destrucción de la víctima con falsos diagnósticos psiquiátricos, llevarla a caer en actitudes antisociales, tenderle trampas con montajes para poder encarcelarla o encerrarla en un psiquiátrico, que termine en la indigencia y/o se suicide.
Se cree que las víctimas son incluidas en listas negras, posiblemente ficheros policiales ilegales como los que relataban los miembros de la Guardia Civil que reclamaban derechos sindicales en los años 80 y 90.
MOTIVOS PARA CONVERTIRSE EN VÍCTIMA:
Los motivos para convertirse en víctima de acoso organizado suelen estar relacionados con la destrucción de su credibilidad o la venganza por haber entrado en conflicto con instituciones o personas relacionadas con el poder económico, político o social como pueden ser periodistas, activistas o testigos de delitos cometidos por dichas personas o instituciones.
Muchas víctimas desconocen por completo la motivación de su acoso y se especula con la posibilidad de que puedan ser simplemente parte de experimentos de métodos de tortura.
Otras personas se convierten en víctimas por servir de apoyo a otras víctimas o por el simple hecho de conocer lo que realmente les ocurre.
CAMPAÑA DE ODIO/CALUMNIA/DESPRESTIGIO CONTRA LA VÍCTIMA:
Se inicia una campaña de desprestigio mucho tiempo antes de que la víctima sea realmente acosada. Los acosadores retuercen y fabrican la realidad a través de dicha campaña, mostrando mentiras que pintan a la víctima como: pederasta, una persona con secretos oscuros ocultos, una persona altamente inestable que puede ser una amenaza para la sociedad, una prostituta, un drogadicto, acosador, maltratador, ladrón, terrorista, etc.
Se busca una degradación sistemática de la reputación, la imagen y el prestigio de la víctima en base a explotar rasgos personales y a información verdadera, verificable y desacreditadora junto con información falsa, creíble, irrefutable y, por lo tanto, también desacreditadora de tal forma que sus allegados o aquellos con los que entre en contacto sean incapaces de diferenciar la realidad de la mentira.
La campaña de desprestigio establece el escenario para que la víctima se aísle en casi todos los entornos de trabajo-social-familiar, una vez que comienza el acoso real. La campaña de difamación es fundamental para eliminar todos los recursos y medios de defensa de la víctima, antes de que comience el acoso real. Se lleva a cabo una ingeniería sistemática de fallas sociales y profesionales para socavar la autoconfianza de la víctima generándole dudas sobre perspectivas futuras.
Las personas cercanas a la familia, familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo comienzan a ser “reclutados” por los acosadores, quienes se presentan como agentes de la ley, investigadores privados o grupos de ciudadanos afectados/preocupados previo estudio de sus personalidades y de las relaciones que mantienen con la víctima para adaptar el cómo, el cuándo y qué detalles de la campaña se les comunica y/o cómo se les coacciona. A otros les llegan rumores a través del boca a boca o de redes sociales.
PARTICIPANTES:
Una cúpula:
Dados los recursos tecnológicos, económicos y sociales necesarios para realizar acoso organizado ha de haber una cúpula que lo dirige y controla que formaría parte de instituciones del Estado o contaría con la connivencia del mismo. Según las investigaciones de activistas como Suzie Dawson y los testimonios de exagentes de servicios de inteligencia gubernamentales, serían dichos servicios de inteligencia los directores de las campañas de acoso organizado en colaboración con grupos policiales, llegando a externalizar el acoso a compañías de inteligencia privadas contratadas con fondos públicos. Esta cúpula sería posiblemente la única que conocería en todo momento los métodos y motivaciones tanto reales como ficticias del acoso siguiendo un principio de compartimentalización de la información.
El resto:
Serían personas que desconocerían buena parte de los métodos y motivaciones reales del acoso haciéndoseles creer tener más información real de la que de hecho tienen.
INTERPRETACIONES QUE SE HACEN CUANDO LA VÍCTIMA COMUNICA SU ACOSO:
En base al aparente estado social, emocional y físico de la víctima como consecuencia de su proceso de acoso y del concepto y conocimiento que a quien se lo comunique tenga sobre las personas y métodos involucrados:
Entrada de un blog de estudiantes de psicología en la UNED donde se habla del acoso organizado:
https://psicologiaforenseuned.wordpress.com/2010/06/30/acoso-organizado-para-no-victimas/
¿QUÉ ES EL ACOSO ORGANIZADO?
Es una forma de acoso derivada de los programas de represión social sin encarcelamiento ni enjuiciamiento COINTELPRO (del FBI en EE.UU. entre 1956 a 1971) y Zersetzung o descomposición psicológica (empleado durante los años 70 y 80 por la Stasi en la antigua Alemania comunista y otros países del bloque soviético) en el que un grupo de personas vagamente asociadas que, de una manera organizada y sistemática, invaden todos los ámbitos de la vida de una persona buscando siempre la negación plausible.
Buscando la negación plausible se usan contra la víctima técnicas de guerra psicológica de forma metódica y sistemática para destruir completamente su credibilidad haciéndola parecer una enferma mental o mentirosa si ésta intenta comunicar lo que ocurre, amordazándola así psicológica, anímica, social, laboral y económicamente para que sea incapaz de defenderse eficazmente y consiguientemente poder prolongar el acoso durante toda su vida.
Se busca la destrucción de la víctima con falsos diagnósticos psiquiátricos, llevarla a caer en actitudes antisociales, tenderle trampas con montajes para poder encarcelarla o encerrarla en un psiquiátrico, que termine en la indigencia y/o se suicide.
Se cree que las víctimas son incluidas en listas negras, posiblemente ficheros policiales ilegales como los que relataban los miembros de la Guardia Civil que reclamaban derechos sindicales en los años 80 y 90.
MOTIVOS PARA CONVERTIRSE EN VÍCTIMA:
Los motivos para convertirse en víctima de acoso organizado suelen estar relacionados con la destrucción de su credibilidad o la venganza por haber entrado en conflicto con instituciones o personas relacionadas con el poder económico, político o social como pueden ser periodistas, activistas o testigos de delitos cometidos por dichas personas o instituciones.
Muchas víctimas desconocen por completo la motivación de su acoso y se especula con la posibilidad de que puedan ser simplemente parte de experimentos de métodos de tortura.
Otras personas se convierten en víctimas por servir de apoyo a otras víctimas o por el simple hecho de conocer lo que realmente les ocurre.
CAMPAÑA DE ODIO/CALUMNIA/DESPRESTIGIO CONTRA LA VÍCTIMA:
Se inicia una campaña de desprestigio mucho tiempo antes de que la víctima sea realmente acosada. Los acosadores retuercen y fabrican la realidad a través de dicha campaña, mostrando mentiras que pintan a la víctima como: pederasta, una persona con secretos oscuros ocultos, una persona altamente inestable que puede ser una amenaza para la sociedad, una prostituta, un drogadicto, acosador, maltratador, ladrón, terrorista, etc.
Se busca una degradación sistemática de la reputación, la imagen y el prestigio de la víctima en base a explotar rasgos personales y a información verdadera, verificable y desacreditadora junto con información falsa, creíble, irrefutable y, por lo tanto, también desacreditadora de tal forma que sus allegados o aquellos con los que entre en contacto sean incapaces de diferenciar la realidad de la mentira.
La campaña de desprestigio establece el escenario para que la víctima se aísle en casi todos los entornos de trabajo-social-familiar, una vez que comienza el acoso real. La campaña de difamación es fundamental para eliminar todos los recursos y medios de defensa de la víctima, antes de que comience el acoso real. Se lleva a cabo una ingeniería sistemática de fallas sociales y profesionales para socavar la autoconfianza de la víctima generándole dudas sobre perspectivas futuras.
Las personas cercanas a la familia, familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo comienzan a ser “reclutados” por los acosadores, quienes se presentan como agentes de la ley, investigadores privados o grupos de ciudadanos afectados/preocupados previo estudio de sus personalidades y de las relaciones que mantienen con la víctima para adaptar el cómo, el cuándo y qué detalles de la campaña se les comunica y/o cómo se les coacciona. A otros les llegan rumores a través del boca a boca o de redes sociales.
PARTICIPANTES:
Una cúpula:
Dados los recursos tecnológicos, económicos y sociales necesarios para realizar acoso organizado ha de haber una cúpula que lo dirige y controla que formaría parte de instituciones del Estado o contaría con la connivencia del mismo. Según las investigaciones de activistas como Suzie Dawson y los testimonios de exagentes de servicios de inteligencia gubernamentales, serían dichos servicios de inteligencia los directores de las campañas de acoso organizado en colaboración con grupos policiales, llegando a externalizar el acoso a compañías de inteligencia privadas contratadas con fondos públicos. Esta cúpula sería posiblemente la única que conocería en todo momento los métodos y motivaciones tanto reales como ficticias del acoso siguiendo un principio de compartimentalización de la información.
El resto:
Serían personas que desconocerían buena parte de los métodos y motivaciones reales del acoso haciéndoseles creer tener más información real de la que de hecho tienen.
- Personas a las que se les paga con dinero o favores.
- Miembros de redes clientelares a los que se echa mano cada vez que es necesario defender los intereses los que las dirigen.
- “Buenos samaritanos” seducidos por la campaña de odio por contagio social.
- Personas a las que se coacciona o amenaza.
- Personas que tenían previamente algo personal en contra de la víctima o que ganan algo con su caída en desgracia.
- Combinaciones de las anteriores.
INTERPRETACIONES QUE SE HACEN CUANDO LA VÍCTIMA COMUNICA SU ACOSO:
En base al aparente estado social, emocional y físico de la víctima como consecuencia de su proceso de acoso y del concepto y conocimiento que a quien se lo comunique tenga sobre las personas y métodos involucrados:
- No conocedores del acoso: interpretan que la víctima se lo inventa o es una enferma mental.
- Conocedores o colaboradores del acoso desconocedores de detalles que la víctima relata: interpretan que la víctima miente (porque lo hace a menudo o para evitar su “castigo”) o que delira como consecuencia de su acoso. Prefieren no creer a la víctima a contemplar la posibilidad de que el grupo pueda sostener una mentira y puedan estar siendo manipulados por personas o instituciones en las que confían:
- Al colaborador se le da información verdadera pero se le hace creer que es falsa con el objetivo de que se la comunique a la víctima y así engañarla: cuando la víctima comunica dicha información como verdadera el colaborador interpreta que la víctima ha sido engañada y que otra información que la víctima intenta demostrar como verdadera en base a la anterior es también falsa.
- Al colaborador se le da información falsa con su conocimiento para que se la haga llegar a la víctima con el fin de engañarla: si la víctima se la cree el colaborador interpreta que otra información que la víctima aporta es también falsa.
- Participantes del acoso a los que les es indiferente lo que la víctima haga o diga puenteando así toda responsabilidad moral sobre su participación en el acoso:
- Personas que obedecen órdenes y que delegan toda responsabilidad moral sobre quien se las da, como por ejemplo una supuesta autoridad que les impele a participar en el acoso.
- Personas que por mecanismos psicológicos de demostración social, pensamiento en grupo y disonancia cognitiva terminan dejándose llevar por la opinión que el grupo les impone.
- Personalidades sádicas con dificultades para asumir responsabilidad moral alguna sobre el sufrimiento que infligen con sus actos sobre otras personas y que encuentran en el acoso una oportunidad para dar rienda suelta a su sadismo.
- Combinaciones de las anteriores.
- Personas que en algún momento se percatan de haber sido engañadas o de no gozar de la impunidad que suponían y que por el grado de implicación que han tenido en el acoso ven muy difícil una rectificación por lo que deciden acometer una huida hacia adelante sin importar las consecuencias.
Entrada de un blog de estudiantes de psicología en la UNED donde se habla del acoso organizado:
https://psicologiaforenseuned.wordpress.com/2010/06/30/acoso-organizado-para-no-victimas/