Los vigilantes (aquellos que monitorean a los demás en busca de transgresiones de las normas morales y que toman ellos mismos la decisión de castigarlos) puntúan particularmente alto en narcisismo comunal y en sadismo.
Los vigilantes monitorean su entorno social buscando signos de malas acciones y castigan sin legitimidad legal alguna a aquellos a los que perciben que violan las leyes, normas sociales, o estándares morales. El narcisismo comunal (la autopercepción exagerada de la propia comunalidad) y el sadismo (el disfrute de la crueldad) se correlacionan con la tendencia a convertirse en un vigilante, a la vez que predicen la efectividad percibida de actitudes de vigilante de los demás y la intención de embarcarse en el vigilantismo tras observar la violación de una norma. La tendencia de los narcisistas comunales y sádicos a convertirse en vigilantes varía en base a las consecuencias esperadas de la violación de la norma.
Los vigilantes monitorean su entorno social buscando signos de malas acciones y castigan sin legitimidad legal alguna a aquellos a los que perciben que violan las leyes, normas sociales, o estándares morales. El narcisismo comunal (la autopercepción exagerada de la propia comunalidad) y el sadismo (el disfrute de la crueldad) se correlacionan con la tendencia a convertirse en un vigilante, a la vez que predicen la efectividad percibida de actitudes de vigilante de los demás y la intención de embarcarse en el vigilantismo tras observar la violación de una norma. La tendencia de los narcisistas comunales y sádicos a convertirse en vigilantes varía en base a las consecuencias esperadas de la violación de la norma.