SENSIBILIZACIÓN A ESTÍMULOS
Sensibilización:
El acoso organizado se puede considerar como manipulación y tortura psicológica. La sensibilización es una herramienta importante de manipulación y, con frecuencia, es uno de los primeros pasos en una campaña de acoso organizado.
La sensibilización implica hacer que una víctima sea consciente de que un cierto estímulo es significativo y desarrolle un condicionamiento pauloviano al mismo.
La víctima comienza a prestar atención a los estímulos una vez se le ha hecho saber que está siendo sometida a acoso de forma directa e incuestionable, por ejemplo mediante amenazas o agresiones por parte de desconocidos.
¿Cómo se hace significativo un estímulo?
El propósito principal de la sensibilización es hacer posible manipular o provocar a la víctima, de manera negable.
Combinaciones de estímulos utilizados para sensibilizar a las víctimas:
Hay una gran variedad de estímulos posibles, pero hay una característica que todos comparten: todos son extremadamente comunes. Esta estrategia tiene varios propósitos:
Errores comunes:
Trampa # 1: la trampa de la enfermedad mental
Una víctima que ha sido sensibilizada debe tener cuidado al quejarse de los estímulos. Las quejas mal consideradas apoyarán un diagnóstico psiquiátrico de delirios de referencia (una creencia delirante de que los eventos comunes sin conexión entre sí se refieren al reclamante).
Trampa # 2: al reunir pruebas
Al buscar ejemplos de los estímulos para documentar su acoso, la víctima se hipersensibiliza a sí misma hacia dichos estímulos.
Desensibilización:
Tres métodos.
Alternancia de estímulos:
Cuando la víctima se desensibiliza a un estímulo éste se interrumpe o se baja su frecuencia sustituyéndolo por otro para retomarlo más adelante coincidiendo con hechos que hagan a la víctima más susceptible a los mismos.
El acoso organizado se puede considerar como manipulación y tortura psicológica. La sensibilización es una herramienta importante de manipulación y, con frecuencia, es uno de los primeros pasos en una campaña de acoso organizado.
La sensibilización implica hacer que una víctima sea consciente de que un cierto estímulo es significativo y desarrolle un condicionamiento pauloviano al mismo.
La víctima comienza a prestar atención a los estímulos una vez se le ha hecho saber que está siendo sometida a acoso de forma directa e incuestionable, por ejemplo mediante amenazas o agresiones por parte de desconocidos.
¿Cómo se hace significativo un estímulo?
El propósito principal de la sensibilización es hacer posible manipular o provocar a la víctima, de manera negable.
- Repetición: para que la víctima se sensibilice a un estímulo éste ha de repetirse de forma reiterada, sistemática y claramente mucho más allá de lo que el azar o cualquier otra circunstancia pudiesen justificar.
- Llamando la atención: una persona puede desviarse de su camino para atraer tu atención hacia el estímulo. O bien, alguien puede mostrar una agresión obvia (de nuevo, llamando tu atención) mientras administra el estímulo.
- Autosensibilizándose: cuando la víctima trata de recabar pruebas del acoso presta más atención a los estímulos a los que tratan de sensibilizarla de tal manera que termina sensibilizándose a sí misma ante futuras exposiciones.
Combinaciones de estímulos utilizados para sensibilizar a las víctimas:
- Tipos particulares de automóviles: vehículos de idénticos modelo y color al de sus acosadores reincidentes o al de la propia víctima, coches patrulla, vehículos de bomberos, ambulancias, coches de empresas de seguridad privada, etc aparecen aparcados delante de la vivienda de la víctima, allí a donde acude o de camino.
- Colectivos específicos de personas, con la intención de hacer parecer que la víctima es racista o tiene cualquier otro tipo de prejuicio o aversión contra un determinado colectivo cuando ésta los señala como acosadores, especialmente si se ha incluido a dichos colectivos como parte del relato de las calumnias sobre la víctima.
- Ruidos fuertes: disparos de armas; explosiones en la distancia; sirenas; música o televisión alta; arrastre de muebles, pisadas con calzado de montaña, toses claramente forzadas, golpes, silbidos, gritos y reproducción de sonidos de animales desde viviendas contiguas que acompañan a la víctima cuando ésta cambia de habitación siendo recogidas por instrumentos de grabación y cesando cuando la víctima intenta grabarlas de forma sistemática.
- Luces: se dirigen luces deslumbrantes sobre la víctima desde coches estacionados en las proximidades de su vivienda cuando ésta se aproxima o sale de la misma, o desde viviendas cercanas hacia la habitación en la que se encuentra en ese momento. Vehículos patrulla o de emergencias pasan cerca de la víctima con las luces de emergencia y la sirena encendidas cada vez que la víctima sale de su vivienda, se levanta de cama, etc siendo recogidas por instrumentos de grabación y cesando cuando la víctima intenta grabarlas de forma sistemática.
- Temas numerológicos: números de dos dígitos, como 11, 22 o 44; momentos particulares del día, como 9:11; o un número "personal".
- Señales de coches: alarmas incesantes, bocinazos y sirenas, todos ellos coincidentes con acciones de la víctima de forma reiterada, sistemática y claramente mucho más allá de lo que el azar o cualquier otra circunstancia pudiesen justificar.
- Dispositivos de comunicación: teléfonos móviles, radios, reproductores de música portátiles con auriculares, etc.
- Se fotografía o graba en vídeo a la víctima en lugares públicos como la vía pública, playas (nudistas o no), piscinas, termas, etc por parte de perfectos desconocidos.
- Colores, imágenes o símbolos.
- Llamadas: al portero automático o por teléfono de supuestos equívocos o anónimos que no contestan cada vez que la víctima sale o entra de casa, se acuesta o se levanta de cama, etc
Hay una gran variedad de estímulos posibles, pero hay una característica que todos comparten: todos son extremadamente comunes. Esta estrategia tiene varios propósitos:
- Los estímulos a los que se ha sensibilizado la víctima estarán disponibles en una amplia variedad de escenarios, que se utilizarán en cualquier momento.
- Es fácil de negar. Estos estímulos podrían provenir de cualquier número de fuentes sin una conexión obvia para otra persona ajena al acoso.
- La víctima puede esperar encontrar el estímulo repetidamente y puede terminar imaginando que hay personas totalmente inocentes involucradas.
Errores comunes:
Trampa # 1: la trampa de la enfermedad mental
Una víctima que ha sido sensibilizada debe tener cuidado al quejarse de los estímulos. Las quejas mal consideradas apoyarán un diagnóstico psiquiátrico de delirios de referencia (una creencia delirante de que los eventos comunes sin conexión entre sí se refieren al reclamante).
Trampa # 2: al reunir pruebas
Al buscar ejemplos de los estímulos para documentar su acoso, la víctima se hipersensibiliza a sí misma hacia dichos estímulos.
Desensibilización:
Tres métodos.
- Sobreexposición: Al sobre-exponerte deliberadamente a los estímulos te volverás insensible a ellos.
- Confrontación pública: Si el uso de un estímulo es obvio y en público, atrae la atención de la gente sin resultar predecible al respecto.
- Evitación
Alternancia de estímulos:
Cuando la víctima se desensibiliza a un estímulo éste se interrumpe o se baja su frecuencia sustituyéndolo por otro para retomarlo más adelante coincidiendo con hechos que hagan a la víctima más susceptible a los mismos.