EL CASO DEL ASESINO EN SERIE “THE GRIM SLEEPER”
Entre 1985 y 2010, Lonnie Franklin, un mecánico que había trabajado en el servicio municipal de limpieza y en una comisaría de Los Ángeles, se sospecha que asesinó a varios cientos de prostitutas negras en un barrio deprimido de Los Ángeles. Se le conoce como “The Grim Sleeper” debido a un supuesto paréntesis de catorce años en sus crímenes que se sospecha puede deberse al incorrecto registro de los crímenes por parte de la policía. Se sospecha que muchos de los cuerpos pudieron haber sido enterrados en el basurero en el que Lonnie trabajaba.
La policía de Los Ángeles registraba los asesinatos durante los años 80 como “NHI” (No Humans Involved=Sin Humanos Implicados), clasificación que se daba a crímenes entre drogadictos y prostitutas. En los años 80 se conocían al menos 90 crímenes pero la policía tan solo había registrado 18 de los mismos. Durante esa época dicha comunidad sufrió una epidemia de tráfico y adicción al crack potenciada por la pérdida de puestos de trabajo en la industrias de la zona. Sólo en torno al 15% de la población completa estudios secundarios.
Un grupo de activistas de la comunidad formaron el movimiento “Black Women Count” para presionar a la policía a investigar los crímenes, llegando a recibir la respuesta de un capitán de la policía preguntándoles por qué se preocupaban tanto por los crímenes si “solo eran putas”. En la comunidad se sospecha de la implicación del cuerpo de policía de Los Ángeles, llegando a ser detenido un agente de dicho cuerpo como sospechoso de los crímenes que fue más tarde liberado sin cargos.
Lonnie era apreciado en su comunidad, siendo el vecino más adinerado de su calle al que todo el mundo sabía que podía acudir pidiendo su ayuda que ofrecía sin hacer preguntas. Había sido condenado por 15 delitos antes de ser arrestado por 11 de los asesinatos en 2010. En el documental de Nick Broomfield “Tales of The Grim Sleeper”, varios de sus amigos y conocidos narran cómo compartía con ellos fotos y vídeos que sacaba a prostitutas que llevaba a su casa a pesar de estar casado, de cómo les enseñaba la pistola con la que mataba a sus víctimas, de cómo limpiaban su furgoneta en la que a menudo encontraban restos de sangre, de cómo llegaba a pagar a alguno para incendiar un coche con ropa interior femenina llena de sangre y de cómo les enseñaba un juego de esposas que llevaba en su coche cuando ya se había publicado una orden de busca y captura en los medios de comunicación. Llegó a ser detenido por la policía cuando intentaba secuestrar a una chica en la calle en la presencia de un amigo al que arrestaron junto a él, para dejarlos libres sin cargos horas más tarde sin tomarles ni tan siquiera sus huellas dactilares, lo que impedía a sus amigos sospechar que Lonnie pudiese estar detrás de dichos crímenes.
Desde 1987 la policía sabía que el asesino cometía los crímenes con un modelo específico de pistola y tenían la grabación de una llamada anónima alertando de uno de los crímenes describiendo la furgoneta de Lonnie que se cree realizó él mismo, información que no se hizo pública hasta 2008. También contaban desde 1989 con el testimonio de la única superviviente reconocida que describió su coche en el que ya otro testigo había declarado haber visto subirse a otra víctima, su retrato robot y la calle en la que Lonnie residía pero su testimonio fue desechado por considerarse “poco fiable”. Varias víctimas a las que Lonnie violó, pegó palizas sin llegar a asesinar y aparecen en un archivo fotográfico de 180 víctimas publicado por la policía en 2008 no habían sido interrogadas por la policía al menos cuando se realizó el documental de Nick Broomfield en 2014. Un conocido de Lonnie adicto al crack solía acompañarlo a buscar prostitutas en las calles de la zona llegando a presenciar violaciones y torturas de la mayoría de las chicas a las que solía llevar a su garaje y que aparecían en el mencionado archivo fotográfico publicado por la policía sin llegar a ser interrogado por la misma hasta al menos la realización del documental.
Según sus amigos y conocidos Lonnie solía bromear sobre matar adictos al crack y limpiar las calles. En el documental el hijo de Lonnie —que según su antigua niñera también sufría abusos por partel propio Lonnie— describe cómo conocidos y miembros del cuerpo de policía de Los Ángeles lo trataban como a un héroe por asesinar a prostitutas drogadictas.
Tras su arresto el cuerpo de policía de Los Ángeles conjuntamente con su alcalde dieron una rueda de prensa proclamando que había sido el resultado de un árduo e incansable trabajo de investigación durante décadas. Ninguno de ellos aceptó hacer declaraciones para el documental de Nick Broomfield.
Lonnie Franklin fue condenado a la pena de muerte en 2016 por nueve asesinatos.
El documental de Nick Broomfield puede verse íntegramente aquí.
Entre 1985 y 2010, Lonnie Franklin, un mecánico que había trabajado en el servicio municipal de limpieza y en una comisaría de Los Ángeles, se sospecha que asesinó a varios cientos de prostitutas negras en un barrio deprimido de Los Ángeles. Se le conoce como “The Grim Sleeper” debido a un supuesto paréntesis de catorce años en sus crímenes que se sospecha puede deberse al incorrecto registro de los crímenes por parte de la policía. Se sospecha que muchos de los cuerpos pudieron haber sido enterrados en el basurero en el que Lonnie trabajaba.
La policía de Los Ángeles registraba los asesinatos durante los años 80 como “NHI” (No Humans Involved=Sin Humanos Implicados), clasificación que se daba a crímenes entre drogadictos y prostitutas. En los años 80 se conocían al menos 90 crímenes pero la policía tan solo había registrado 18 de los mismos. Durante esa época dicha comunidad sufrió una epidemia de tráfico y adicción al crack potenciada por la pérdida de puestos de trabajo en la industrias de la zona. Sólo en torno al 15% de la población completa estudios secundarios.
Un grupo de activistas de la comunidad formaron el movimiento “Black Women Count” para presionar a la policía a investigar los crímenes, llegando a recibir la respuesta de un capitán de la policía preguntándoles por qué se preocupaban tanto por los crímenes si “solo eran putas”. En la comunidad se sospecha de la implicación del cuerpo de policía de Los Ángeles, llegando a ser detenido un agente de dicho cuerpo como sospechoso de los crímenes que fue más tarde liberado sin cargos.
Lonnie era apreciado en su comunidad, siendo el vecino más adinerado de su calle al que todo el mundo sabía que podía acudir pidiendo su ayuda que ofrecía sin hacer preguntas. Había sido condenado por 15 delitos antes de ser arrestado por 11 de los asesinatos en 2010. En el documental de Nick Broomfield “Tales of The Grim Sleeper”, varios de sus amigos y conocidos narran cómo compartía con ellos fotos y vídeos que sacaba a prostitutas que llevaba a su casa a pesar de estar casado, de cómo les enseñaba la pistola con la que mataba a sus víctimas, de cómo limpiaban su furgoneta en la que a menudo encontraban restos de sangre, de cómo llegaba a pagar a alguno para incendiar un coche con ropa interior femenina llena de sangre y de cómo les enseñaba un juego de esposas que llevaba en su coche cuando ya se había publicado una orden de busca y captura en los medios de comunicación. Llegó a ser detenido por la policía cuando intentaba secuestrar a una chica en la calle en la presencia de un amigo al que arrestaron junto a él, para dejarlos libres sin cargos horas más tarde sin tomarles ni tan siquiera sus huellas dactilares, lo que impedía a sus amigos sospechar que Lonnie pudiese estar detrás de dichos crímenes.
Desde 1987 la policía sabía que el asesino cometía los crímenes con un modelo específico de pistola y tenían la grabación de una llamada anónima alertando de uno de los crímenes describiendo la furgoneta de Lonnie que se cree realizó él mismo, información que no se hizo pública hasta 2008. También contaban desde 1989 con el testimonio de la única superviviente reconocida que describió su coche en el que ya otro testigo había declarado haber visto subirse a otra víctima, su retrato robot y la calle en la que Lonnie residía pero su testimonio fue desechado por considerarse “poco fiable”. Varias víctimas a las que Lonnie violó, pegó palizas sin llegar a asesinar y aparecen en un archivo fotográfico de 180 víctimas publicado por la policía en 2008 no habían sido interrogadas por la policía al menos cuando se realizó el documental de Nick Broomfield en 2014. Un conocido de Lonnie adicto al crack solía acompañarlo a buscar prostitutas en las calles de la zona llegando a presenciar violaciones y torturas de la mayoría de las chicas a las que solía llevar a su garaje y que aparecían en el mencionado archivo fotográfico publicado por la policía sin llegar a ser interrogado por la misma hasta al menos la realización del documental.
Según sus amigos y conocidos Lonnie solía bromear sobre matar adictos al crack y limpiar las calles. En el documental el hijo de Lonnie —que según su antigua niñera también sufría abusos por partel propio Lonnie— describe cómo conocidos y miembros del cuerpo de policía de Los Ángeles lo trataban como a un héroe por asesinar a prostitutas drogadictas.
Tras su arresto el cuerpo de policía de Los Ángeles conjuntamente con su alcalde dieron una rueda de prensa proclamando que había sido el resultado de un árduo e incansable trabajo de investigación durante décadas. Ninguno de ellos aceptó hacer declaraciones para el documental de Nick Broomfield.
Lonnie Franklin fue condenado a la pena de muerte en 2016 por nueve asesinatos.
El documental de Nick Broomfield puede verse íntegramente aquí.